Muchos de los buenos recuerdos que tengo de mi infancia y adolescencia, son con un libro en la mano, ya fuesen cuentos clásicos, como Hänsel y Gretel, Los tres Cerditos, Caperucita… Así como cuentos Disney como La bella y la Bestia entre mucho otros, novelas clásicas como La celestina, El Lazarillo de Tormes, también otras novelas más actuales como El Perfume, Lo mejor que le puede pasar a un cruasán…
Ahora, los recuerdos en torno a libros que más me emocionan, son esas tardes que pasaba con mi madre en la mesa del comedor ojeando las maravillosas enciclopedias, que llenaban el mueble de nuestro comedor, y que servían para mucho más que eso, ya que con esos enormes volúmenes sentía que podía viajar a cualquier parte del mundo y satisfacer mi hambre de conocimiento. Porque si hay un adjetivo que me define a la perfección, ese es «curiosa». Y esa curiosidad siempre ha sido la causante de tener el aprecio que tengo hacia los libros.
Con la edad, mi interés por conocer cada vez más, me hizo levantar la cabeza de los libros y observar mi alrededor, entonces descubrí mi actual pasión, la Psicología, ya que me vi rodeada de personas a las cuales, muchas veces no entendía, y en ese momento, alrededor de mi adolescencia empecé a leer libros de Psicología, como los de Jorge Bucay que recomiendo en esta web, y libros también de Neurociencia, como Curación Emocional, que también recomiendo aquí, y que supuso mi decisión de Licenciarme en Psicología.
Desde entonces un libro de Psicología o Neurociencia me acompaña en mis ratos libres, sorprendiéndome cada uno de ellos, ya que siempre me descubren o enseñan algo nuevo y provechoso para mi vida diaria. Además de ser herramientas útiles para trabajar en mi consulta Balance Psicología.
Muchos de esos conocimientos que descubro en cada libro de Piscología, los considero fundamentales e imprescindibles para cada uno de nosotros y todavía no entiendo cómo no se enseñan estos conocimientos en la educación obligatoria, ya que estos conocimientos flexibilizan nuestra mente, abriéndola y permitiéndonos volar en este mundo lleno de infinitas posibilidades, como dice el refrán » el saber es poder» y estos conocimientos nos dotarían del poder de crear un mundo mejor, más empático, inclusivo, colaborador, respetuoso y pacífico.
Y esta curiosidad e inquietud que me define, es la que hoy me ha llevado a crear Librea tu mente, la necesidad de recomendar estos maravillosos libros que tanto nos enseñan de nosotros mismos y de cómo podemos mejorar nuestras vidas, la necesidad de compartir mis conocimientos con vosotros, ya que las cosas buenas si no se comparten es como si nunca hubieran existido.